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Channel: De Imladris a Oxford
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Sóller in the middle

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Hoy los barcos bailan en la bahía. Creo que nunca podría vivir o viajar en un barco de amarre, menudo mareo...

Desde el balcón de la cocina ayer se veía venir la tormenta

Los veo desde la puerta del trabajo. He encontrado trabajo en un hotel del Port, un hotel menudo y modesto, muy joven en espíritu, y algo completamente nuevo para mí. Sigo teniendo vicios a la hora de explicar las cosas a los clientes, la 'nueva yo recepcionista' deja paso demasiadas veces a la 'yo informadora turística / guía de monumento'.
Sí he de decir que el trabajo en el hotel está siendo toda una experiencia, y que sigo prefiriendo los museos, los monumentos e incluso las oficinas de turismo. Hago trabajo administrativo a mogollón, y el contacto con los clientes muchas veces suaviza actitudes de mal rollo o de disgusto. Siempre se intenta que se vayan contentos, aunque algunas veces no es posible.
Hace poco en Turismo de Palma han anunciado que editarán un nuevo folleto del Call. Espero que pronto se pongan las pilas y comiencen un buen aparato turístico en este producto. A ver si es posible que meta la patita en algún establecimiento...

Lorenzo, my faithful butler

Si en el museo y los monumentos tuve multitud de anécdotas, aquí no nos quedamos cortos. Creo que todos los trabajos de servicio cara al público tienen estas cosas.

A glimpse of summer

Mi casa sigue donde estaba. Ahora tenemos cortinas, nuevas cuerdas de tendedero, una mesa enorme para pintar miniaturas y hacer manualidades, lavavajillas, batidora de brazo, mandolina... me he hecho con el control de mi propia mesa , ahora mismo ocupada por una máquina de coser. Planeo grandes cosas con ella, y la estrenamos el otro día con mi madre.

Un nuevo habitante de nuestro salón

Mis padres vinieron a hacerme una breve visita esta semana. Fue una de las mejores cosas que me ha pasado últimamente, junto con la visita de mi hermana pequeña. Ella llegó en días de mucho calor, y mis padres se han ido con el tiempo fresco. Ambos me insistieron y consiguieron que me bañara en el mar, saben que me encanta nadar y hasta que llegó Cristina no había tomado ni un solo baño marino desde que me mudé. Cuando llego a casa tengo demasiadas cosas que hacer,  además suelo estar muy agotada por el trabajo.
Tener a mis padres en casa ha sido fantástico. Echaba mucho de menos los mimos de mi padre, y la compañía que siempre me proporciona mi madre, que nunca me deja sentirme sola y siempre me entiende mejor que nadie. Han hecho hogar en casa.

Actividad en el RUSC con el smial de Tol Eressëa

Los amigos siguen igual de locos e igual de fantásticos. Cine, cenas, juegos de mesa, series, libros compartidos, momentos tristes que lo son menos entre todos... Con el grupo habitual sé que siempre me divierto y aprendo. Los chicos del smial de Tol Eressëa cada día me dan una pequeña lección de vida. Los compañeros del Casal cada sesión me sorprenden más. Las niñas de la resina me ayudan y estimulan cada vez que quedo con ellas. Creo que en ese aspecto sólo puedo crecer, porque lo que tengo ahora es muy firme.

Sóller también sigue donde está. Sorprendiéndome cada día, sensación que espero no perder. Para ir a trabajar cada mañana, mi 'metro' está hecho de madera y tiene más de cien años. Es gracioso que algo que los turistas usan como atracción y curiosidad histórica sea mi transporte habitual. No tiene nada que ver el tranvía que tomo a las tres y media, lleno de familias con sus cámaras de fotos, sus cabellos rubios y sus sonrisas profident, con el de las siete de la mañana, poblado por trabajadores aún con el sueño pegado a los ojos y que despiertan lentamente con la hermosa cadencia de las vías.
Escucho los grillos y los patos cada mañana en la parada, oliendo el rocío y sintiendo a las montañas rugir en silencio ante la llegada del sol.

Pequeños caprichos

En sus rincones he encontrado naturaleza que reclama su sitio, curiosidades típicas, peculiaridades ligadas al paisaje o a sus costumbres... Ayer vi, en un pesebre, un gorila albino colgado de las vigas. Compartiendo su espacio con dos burros y media docena de gallinas. Ese peluche gigantesco, colgado de aquella manera, fue como un relámpago blanco en el paisaje en movimiento del tranvía. Detalles de este tipo, en el día a día, hacen que me enamore del lugar al que me he mudado.


Y la colección de hobbits sigue creciendo. Hace unos días me trajeron directamente de Finlandia un ejemplar en finés. Espero que prospere la idea de hacer alguna exposición con motivo del estreno de la primera de las tres películas (¡tres! Locura...)

Desde la ventana del despacho. En catalán se llama Arc de Sant Martí

Por lo demás, intento fotografiar todo lo que me parece curioso o notable, necesito bordar, quiero coser y que se acabe ya la temporada del hotel. Necesito tiempo para mí, y cada vez tengo menos.

Findûriel

Otoño llegó, marrón y amarillo...

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Una canción que cantábamos de pequeños en parvulitos... recuerdo que en esta época hacíamos bolitas de papel de cebolla, en marrones y naranjas, y pegábamos con cola blanca las escamas crujientes de una naranja, o las olas susurrantes de una hoja caduca.

Siempre ha sido mi estación favorita, por muchas cosas.

Las castañas asadas con las que nos calentamos las manos, las hojas secas (me encanta pisar hojas secas), los bosques húmedos mientras buscamos setas, el olor de la tierra mojada y los verdes vivos entre la bruma.


Torrent des Pareis, tajando el paisaje

La noche que llega suavemente, el frescor de la mañana, las primeras chimeneas que se encienden e inundan el aire con los aromas de la salvia y el pino. La lentitud, la pereza, el adormecimiento de la naturaleza a nuestro alrededor. Los primeros jerseys suavecitos y cálidos, sentarse a bordar junto a la ventana, o a leer al lado de la cocina.


Hace un par de fines de semana nos fuimos a Palma, al castillo de Bellver, a un evento muy especial. La gente de ABABS (Asociación balear de amigos de las Bandas Sonoras), donde tenemos un par de amigos, organizaban el primer concierto monográfico de Bandas Sonoras. La Sinfónica de Palma, dirigida por Arturo Díez Boskovich (que nos estrenó dos de sus composiciones en bandas sonoras) hizo un espléndido homenaje a John Williams con un recorrido magistral por algunas de sus piezas más conocidas.
Mágico por el lugar, la música, la compañía, el clima... fue una noche más que memorable.


El paseo nocturno por Palma, después de la reunión de smial del sábado de la semana pasada, reveló un buen puñado de curiosidades. Oficios antiguos, placas de la Judería, ensaladas deliciosas, postres en conflicto...


Sigo echando de menos a los animales de mi casa en Segovia. Los gaturros de la calle me consuelan un poco esa ausencia, así como los ocasionales encuentros con los perros y gatos de mis amigos.


Últimamente ocupo casi todo mi tiempo libre en descansar. Aún no terminamos la temporada, pero aunque se supone que 'esto baja en octubre', no está siendo así. Seguimos con el mismo nivel de exigencias y el mismo volumen de trabajo. Y con menos personal. Así que estamos necesitados de bastante relax cuando por fin llegamos a casa.


Uno de los mejores días, sin duda, desde que estoy en la isla. El domingo pasado Aina nos preparó una excursión calmadita y hermosa por las montañas. Vivo rodeada de ellas, pero de vez en cuando subir arriba me inunda, si cabe, de aún más paz. Aprovechando la visita de mi prima y su novio subimos, bien apretaditos en el coche de Aina, por la Sierra de la Tramuntana. Yo ya la conocí cuando aún no era Patrimonio de la Humanidad, y creo que valoré su belleza como uno de los parajes naturales más hermosos que he tenido la suerte de pisar.
Paramos en Ses Barques mientras esuchábamos frikadas con instrumentos de sardana, y nos pusimos como sopas. En el Gorg Blau nos hicimos unas fotos con la columna pretalayótica, aprovechando que la lluvia escampaba. Observamos la majestuosidad del Torrent des Pareis y las montañas que lo circundan, desde uno de los miradores más impresionantes de la isla. Comimos en Lluc, por fin probé la porcella. Apadrinamos unas tejas y visitamos la iglesia, vimos la talla de la Vírgen y la capilla de los beatos.


Me encontré por allí, inesperadamente, a mi paisano San Alonso Rodríguez. Una de las cosas que haré cuando terminemos la temporada será seguirle el rastro por la isla. También nos dimos un buen paseo por el museo del monasterio, donde encontré una hermosa keara de cerámica. Y terminamos en Lloseta, recogiendo la cazadora de mi prima y 'fent un pensament' bastante largo.


Y así es como transcurren las cosas en este lomo de quelonio, despacito, como el andar de un caracol montañés. Esperando, siempre esperando, de nuevo, a la primavera. Y en la espera está la vida.

Findûriel

Courtney is a punk rocker

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Hace una semana fue mi cumpleaños. El primer cumpleaños que paso en la isla. El fin de semana fue como cualquier otro, con cena con los amigos y reunión de smial. Andaba bastante pachuchilla por la morriña por mi familia, y porque vi que no iba a ser nada especial, aunque los cumpleaños siempre lo sean... recibí un regalazo por parte de mi prima hecho por una amiga artesanaamiga mía, de manos de oro y bayas de plata. Podéis ver su blog y curiosear en sus criaturas a la venta,aquí.

¡Mini Findûs!

Al final resultó muy especial por tres sorpresas que me esperaban agazapadas detrás de la esquina. La primera, por parte de mis compañeras de trabajo (y el cocinero), que me sacaron una tarta con velitas y todo después de la comida. La segunda, mis padres, que se presentaron en la puerta de casa de repente, desde Segovia, para compartir conmigo desde el día de mi cumpleaños hasta la noche de San Frutos. Me hicieron volver a casa en mente y alma, los días que más lo necesitaba, y disfruté con ellos esos días de lo cotidiano y lo extraordinario.

La tercera sorpresa fue... realmente inesperada, y profundamente hermosa. Sin casi darme tiempo desde la llegada de mis padres, que ya me tenía en shock, mi novio entró por la puerta llevando en las manos una jaula.

El mismo novio que se aparta cuando cualquier animal se le acerca. Sea un chihuahua, un gato o un pájaro. El mismo que no está acostumbrado ni siquiera al canto de un canario. El que se aparta con miedo, con rechazo, de un perrito que se acerca a olerlo.

Me traía a Courtney.


Hace años tuve una cobaya, a la que quise mucho. Se llamaba Judy. Murió a los tres años de tenerla. Judy era una cobaya excelente, aunque con malos hábitos que arrastraba de un maltrato en su casa anterior. Básicamente, vivía en un garaje porque a la mamá de su dueña 'no le gustaban las ratas'.
Mostraba comportamiento obsesivo, déficit de atención, y unos problemas dietéticos bastante severos. Creo que el tiempo que pasó conmigo fue todo lo feliz que pudo, reconocía mi voz y me llamaba cuando llegaba a casa. Se dormía en mi regazo enseguida.

Courtney es mucho más pequeña, y todo un enigma, un folio en blanco preparado para ser escrito pero con las instrucciones ocultas en tinta invisible. Tiene dos meses, y es una cobaya texel, estoy deseando ver el aspecto que tiene su ingobernable melena cuando crezca un poco. Me cabe en el hueco de las dos manos, pero es un alma inquieta y bastante rebelde.

Con ella he comenzado con paciencia y además con buenos hábitos. Come heno y pienso, principalmente, y estoy introduciendo verduras poco a poco. En grupos de dos, para poder saber qué le gusta y, además, si algo le sienta mal. Por ahora devora el pimiento verde y el pepino, roe el calabacín, y no le hace demasiado caso a los canónigos, la rúcula o el pimiento rojo. Mañana probaremos las espinacas, y volveremos a intentarlo con la zanahoria. Los días de la fruta serán el miércoles y el domingo, dado que sólo puede tomarla dos veces a la semana por su alto contenido en azúcar.

Le gusta mucho acurrucarse en la capucha de mi pijama, y esconderse en el trapito que le he puesto en la jaula a modo de hamaca (aunque sólo se lo pongo por la noche, para que no esté todo el rato oculta y socialice). También le gusta que la suelte en algún parque improvisado, la manzana (¡cómo la devora!) y el heno fresco. Se deja coger con facilidad, y no muerde. Sólo me mordisquea el jersey cuando la tengo encima y quiere que la devuelva a la jaula, normalmente lo pide para hacer sus necesidades.

Ya nos pide atención de vez en cuando, deja de estar tan asustada (aunque le gusta mucho correr y esconderse, instinto natural de presa) e incluso tolera que estemos cerca cuando come. Me espera por la mañana y por la noche para que le ponga sus ensaladas, y se vuelve loca por el heno fresco. Ayer, incluso, hizo su primer popcorning, y me alegró un día bastante cansado.

Es maravilloso tener de nuevo una mascota en casa, creo que paliará mucho la ausencia de Chester y Cuco. No paro de pensar en cosas que fabricarle, comida que comprarle o cositas que conseguirle (una henera exterior, un champú en seco, un túnel de heno...). Pero lo mejor de todo no es eso.


Lo mejor de todo es estar tumbada en el sofá, con ella en mi pecho medio dormida, y que surja de la nada la amable mano de mi novio y le dedique unos mimos. Lo mejor es escucharlo hablar por la mañana, mientras se pone los zapatos en la sala antes de ir a trabajar, y que le esté diciendo cosas a ella. Lo mejor es que se acerque, curioso, a ver cada nueva travesura o avance que le cuento sobre Courtney.
Lo mejor es poder compartirlo con él. Con la persona que no siente un apego especial por las mascotas, con la persona que no necesita ese especial afecto y consuelo que nuestros animales nos prestan. Con él, que lo hace por mí, y que lo hace con sinceridad, sin forzarlo, sin sentirse obligado.

Mientras, aprendemos cosas de la enana cada día, mientras nos demuestra sin cesar que es como sus bigotes: ingobernable.



Como todos los años...

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Fue un pestañeo. Un parpadeo largo y doloroso, un vacío, una agónica apnea. Y luego ya no estabas más.

Pero gritaste en tu vida tan alto y tan fuerte, con una voz tan clara y hermosa, que sigo encontrando tus ecos escondidos en el devenir de la historia. Un guiño aquí, una incógnita media sonrisa allá, una foto, una referencia, una reposición, un retazo musical. Y me arrastras hacia ti, haciendo que me broten las flores de la sonrisa o los remolinos de la fascinación.

Siempre tú, siempre allí. Como todos los años estás presente. Así que llueve, susurra en la brisa o germina bajo los árboles. Tu recuerdo siempre me encuentra, como un pulso que late conmigo.


Red Liebster

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Mi querida amiga Lorena García, maravillosa ilustradora de Bosque de trazos, me ha comunicado que soy una de sus elegidas como participante en la Red Liebster.



Esta Red Liebster (o Premios Liebster) tratan de que los blogs con menos de 200 seguidores se den a conocer entre sí, pequeñas repúblicas independientes de los grandes reinos blogueros. Como en todo este tipo de fenómenos internáuticos, hay ciertas reglas que se deben seguir:


Si alguien te nomina, debes:
  • Seguir a quien te ha nominado.
  • Compartir 11 cosas sobre ti mism@.
  • Responder a las 11 preguntas del blogger que te ha nominado.
  • Nominar 11 blogs que tengan menos de 200 seguidores.
  • Escribir 11 nuevas preguntas para los bloggers que has nominado.
  • Seguir a los blogs que acabas de nominar.
  • Dejar un comentario en cada blog que nomines avisándoles del premio.
11 cosas sobre mí


- No me gusta demasiado contar cosas sobre mí en el blog, pero sin querer (y, a veces, a mi pesar) este blog se ha convertido en un diario de las cosas que me van pasando a raíz de la mudanza. El blog suele ser un lugar donde comento y comparto pequeños descubrimientos sobre el mundo del arte, de la historia, de la música...

- No me gustan demasiado los blogs donde la gente habla de sí mismos, aunque sigo unos cuantos. Sobre todo de gente que habla de cómo evoluciona su vida al cambiar su lugar de residencia, al convivir con otra cultura o al explorar habilidades en las que está aprendiendo. Me gustan los blogs personales de los que puedo aprender algo.

- Tengo un blog privado. Un blog que comparto con un número concreto de personas, y que espero en un futuro vuelva a ver la luz. Algunas personas viven cerca, otras lejos, pero el blog está bastante vivo. Lo curioso es que no he cambiado su conformación, y cuando entras lo ves con todos sus enlaces, pijadas e hipervínculos como si fuera un blog normal. Fue mi casa durante cierto tiempo, y no le quise cambiar la forma cuando lo convertí en un hogar privado para un grupo cerrado.

- No me gustan las coles de bruselas, ni las sardinas, ni el tomate crudo, ni las judías pintas.

- Estoy pensando, seriamente y de una vez por todas, comprarme una dichosa reflex. He logrado ahorrar bastante con el dinero del último trabajo, y en propinas me he sacado un pellizquito. Además el otro día, caminando por el recién abierto Mediamarkt de Palma, vi unos sets de cámara+bolsa+objetivo+tarjeta+trípode seriamente tentadores.


- Creo que la gente gestiona mal sus cuentas en las redes sociales. Me he encontrado comentando, y siendo respondida que quizá aquel no era el medio, teniendo que explicar que sólo cierto número reducido de personas podían leer lo que había escrito. Personas que yo misma había elegido... los filtros son algo muy útil para estar cerca de las personas que te importan aunque estén lejos.También me he encontrado con personas que han vivido desagradables incidentes debido a compartir material que no debería ser para todo el mundo. Niños, os doy un consejo: aprended a usar los filtros en las redes sociales. Y aprended que los demás saben usar filtros.

- Estoy volviendo a jugar al WOW. Despacito, pero estoy en ello.

- El hojaldre casero se me resiste.


- Echo de menos mis libros. Espero traerme unos cuantos cuando vuelva a casa de mis padres. De vez en cuando pienso en hojear alguno de ellos, sólo para darme cuenta de que no lo tengo a mano. Fue un gran acierto, por ejemplo, traerme la última vez 'El diccionario del diablo'.

- He pasado de 'coleccionista ingenua' a 'coleccionista über' sin darme cuenta. Antes coleccionaba jabalíes, San Migueles, envueltas de chicle... ahora colecciono a un nivel bastante más competitivo y complicado, y lo encuentro estimulante.

- Nunca he montado en moto.

11 preguntas de Lorena

1. ¿Tienes una palabra favorita? ¿Cúal es?

Preguntar eso a un filólogo tiene truco y un poco de mala baba. Pero sí, tengo un par de palabras favoritas. En castellano, por ejemplo, adoro la palabra epifanía. En inglés, mi palabra favorita es fair. En gallego, adoro la palabra volvoreta. El catalán y yo aún nos estamos conociendo...
 
2. ¿Tienes manía a algún color en particular?


Sin reservas y visceralmente: al amarillo. No me gusta vestirlo, ni pintar las paredes de su color, ni tener prendas del hogar amarillas... Nunca me ha gustado. Y eso que ahora tolero vivir en una casa cuyo salón está pintado en amarillo, y que me pongo una prenda (sólo tengo una, como os podéis imaginar, regalada) todos los Roald Dahl Day.
 
3. Si pudieras salir de viaje mañana mismo con gastos pagados, ¿a dónde irías?


A Efteling.
 
4. ¿Te cuesta llevar al día tu blog?
 


El caso es que no lo llevo al día. Escribo cuando me apetece. Los últimos años han sido bastante terribles, con lo que ha atravesado largos periodos de inactividad. En lo que no creo es en escribir por escribir.
 
5. Sé que es cruel hacer elegir, pero... ¿cine o literatura?


Más que cruel, es imposible. No se puede elegir entre dos lenguajes diferentes. Es como si se pidiera elegir entre comer o beber.
 
6. ¿Crees que la educación artística es tan importante como la lengua o las matemáticas?


A pies juntillas, con los ojos vendados y con la mano en el fuego. Completamente. De hecho, creo que todas las ciencias tienen su parte artística, sin la cual estarían completamente deshumanizadas. Es el alma artística del científico la que formula las hipótesis, que después precisan de los procesos exactos para ser medidas, refutadas o desterradas.
 
7. ¿Podrías prescindir de televisión en tu casa?


Si con 'televisión' te refieres a una pantalla fija en el salón, te respondería que preferiría no prescindir de ella. Si con 'televisión', en cambio, te refieres a los canales, te diría que sí. En casa usamos muchísimo más el 'aparato' que el contenido. Algún informativo, series que seguimos y las películas que nos encontramos que emiten. No solemos ver programas, alguno cae, pero son más bien didácticos (cocina, decoración, documentales) que de entretenimiento.

8. ¿Has ido alguna vez al teatro? ¿Te gustó/Te gustaría ir?


Me ha encantado ir al teatro casi todas las veces que he ido. Digo casi todas, porque sí ha habido ocasiones en las que me ha decepcionado la obra o actuación que he visto. Puedo recordar, por ejemplo, una adaptación de 'Mucho ruido y pocas nueces' con Toni Cantó de protagonista, que fue altamente estomagante y escandalosamente sobreactuada. O la obra "La increíble historia del Dr Floit y Mr Pla", de Els Joglars, de la que no entendí casi nada.
 
9. ¿Tenías un héroe/personaje ficticio favorito cuando eras pequeño/a?


 No lo recuerdo demasiado. Sí sé que quería ser bruja, y que me encantaban todos los libros o artículos donde salieran brujas.

 
10. ¿Piscina o chimenea?


La chimenea es así como que muy bonica, adoro el otoño y el invierno... pero me quedo con la piscina. Me paso horas (literal) dentro del agua siempre que tengo ocasión.
 
11. ¿Lees muchos blogs? ¿De qué tipo?


Tengo una pequeña lista a los que echo un vistazo de vez en cuando, cuando tengo un rato. Entre mis preferidos se cuentanHistorias de la historia, Ovejas Eléctricas, Kirainet,The Oddment Emporium (tumblr), Retronaut o Herodotus Wept. La mayoría hablan de historia, sobre todo, de esa historia que no aparece en las enseñanzas generales.

11 preguntas para mis nominados

1.  ¿Para qué usas internet normalmente?
2. Me interesa saber qué tipo de páginas y blogs lees, y si nos recomendarías alguno.
3. ¿Cuál fue el último libro que leíste? Cuéntanos tus impresiones.
4. ¿Cuál sería tu trabajo soñado?
5. Si no hubieras estudiado lo que estudiaste, ¿qué otro camino profesional hubieras elegido?
6. ¿Crees que el aumento en el uso de las redes sociales ha restado contenidos a los blogs? 
7. ¿Qépoca y lugar de la historia son tus preferidos, a la hora de estudiarlos o leer sobre ellos?
8. ¿Qué acontecimiento histórico te hubiera gustado presenciar 'por un agujerito'?
9. Coméntanos alguna obra de arte (cualquiera de las artes) que consideres merece ser conocida, y que no lo es lo suficiente en la actualidad.
10. Un tema o intérprete que hayas conocido hace poco (no es necesario que sea actual) y que te haya impresionado.
11. ¿Te has planteado alguna vez cerrar tu blog?     

Mis 11 nominados

Nominaré a blogs activos, y espero que se animen a participar. La parte de las "11 cosas sobre ti" es la parte que menos me ha entusiasmado, pero espero que a ellos no les eche atrás.

1. El último íbero: un blog del compañero Amandil, que nos habla sobre todo de historia y sucesos desde un punto de vista necesario.
2. Desbarradas de Akin: últimamente, como este blog, un poco dormido... pero con unos desbarres dignos de ser leídos.
3. Cine épico: un nihon-blog personal de una amiga japonófila, artística y un poco loca. 
4. Tras la máscara: blog de la artesana Silver Berry, donde nos habla de sus inquietudes artísticas y musicales.
5.El flet de Selerkála: historia del arte, poesía, literatura... vivencias.
6. Mars on Life: blog de la incansable viajera y peculiar coleccionista Elphaba. 
7. La luz de Valinor: un alma inquieta que no para de aprender de todo lo que se le cruza por el camino. Un blog lleno de fuerza.
8. Zona Zero: lleno de cosas hermosas y buenas experiencias, amén de recetas deliciosas.
9. Notas desde Loarna: Literatura y arte, con coherencia, documentación y un tono distendido.
10. La corte de los espejos: Un mundo aparte... pero que es nuestro mundo. Una historia diferente... pero que es nuestra historia.
11. Zeality: una cara amable de la realidad. Deporte, cine, críticas, política, literatura... un periodismo sano y amable. 

Espero que participéis. Gracias, Lorena, por mencionarme.

Findûriel  

Navidades mallorquinas

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Llegó el final del año, el remate, y aquí las cosas son iguales pero ligeramente diferentes.

Para comenzar diré que esto de tener un smial bastante numeroso en tu propia provincia es una maravilla. Aunque más o menos activos, se puede una embarcar en proyectos interesantes que llevar adelante con mucho entusiasmo.

El que nos ha ocupado en Navidades ha sido, indiscutiblemente, el estreno de "El hobbit: Un viaje inesperado". Asistimos al estreno el mismo día 14, en la última sesión del día, y todos sacamos algo que comentar del visionado. Es una pena que en Mallorca no haya llegado ninguna copia en V.O., ni tampoco se haya proyectado en 48fps, para poder verla tal y como se rodó. Pero sí comento que merece mucho la pena verla en 3D, aun con la sajada de precio, ya que se nota muchísimo que originariamente fue creada en ese sistema de imagen.

Los días 22 y 23 colaboramos en las Multijornadas Multifandom de Parabellum. Esta cafetería que se diversifica a través del warhammer, los juegos de cartas y los de tablero, es propiedad de unos amigos nuestros, y ha sido una maravilla poder invadirlos con nuestras propuestas. Hemos colaborado con gente tan interesante como nuestros amigos de Mallorca Fandom, una asociación de aficionados y profesionales de la fantasía y la ciencia ficción, o con la Asociación balear de amigos de las Bandas Sonoras (ABABS) que aprovecharon para descubrirnos todas las bandas sonoras que se han escrito sobre adaptaciones televisivas y cinematográficas de la obra de Tolkien.

Nosotros llevamos una mesa redonda, donde Xavier Real y yo hablamos de "El hobbit". La articulamos en dos partes pero colaboramos también entre nosotros, hablando primero sobre la génesis e historia de la novela (los Snergs, los hob-holes, los hobtrasgos, los exámenes en blanco...) y su repercusión en la cultura popular (literatura, arte, cine, música...). Esta segunda parte corrió a mi cargo y creo que se divirtieron bastante, con Xavi aprendieron un montón.

Tuvimos cena, quizshow (Guillem y yo nos llevamos el primer premio, compartido, el premio a la "mayor sagacidad"), música en vivo, danzas medievales, warhammer, presentación de libros... en fin, unas jornadas la mar de completas.


Sobre las fiestas en sí, ya hemos pasado Nochebuena y Navidad. La Nochebuena fue un poco bipolar, fue triste por ser la primera que paso lejos de mi familia, pero la verdad es que fue agradable pasarla en casa de mis cuñados.
Comenzamos cocinando algo que aportar a la cena, aunque luego nos encontráramos la mesa bien repleta. Hice unas empanadillas al horno (empiezan a ser ya marca de la casa) en dos variantes y, aunque hice más de treinta, ni una se volvió a casa. Fuimos a maitines, mi chico por devoción y yo por curiosidad. La Misa del Gallo en el pueblo de mi chico se celebra a las siete y media de la tarde, cosa que me pareció harto extraña, ya que siempre la vi en mi tierra a las doce de la noche. Me contaron un puñado de motivos, pero ninguno me convence por completo.

Al entrar, la iglesia estaba decorada con cientos de neules.


Y, ¿qué son les neules? Pues son unos círculos recortados en papel, muchos de ellos decorados en recorte con motivos religiosos o de la vida cotidiana. Parecía que en la iglesia estuviese nevando, o cayendo maná. Todos se hacen a mano, y los más elaborados se guardan de año en año en los canteros, para poder utilizarlos al siguiente.


 

Les neules están íntimamente relacionados con el Cant de la Sibil·la, manifestación folklórica y religiosa mallorquina que fue declarada recientemente Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Se cuenta que, con la espada que porta la Sibil·la, cortaba las cuerdas que sujetan les neules al finalizar el canto. Estas neules estaban hechas de obleas, y los fieles asistentes podían entonces comérselas. Se piensa que, como se armaba tal revuelo en la iglesia por coger las obleas, se terminaron haciendo de papel.


El Cant de la Sibil·la era otra de las razones por las que quería asistir a la Misa del Gallo este año. Los documentos más antiguos sobre su celebración se remontan al siglo décimo. La Sibil·la, profetisa perteneciente a la mitología clásica, fue cristianizada en esta tradición. La vemos acudiendo al palacio de Herodes, donde pretende profetizar el fin del mundo. Como teme que Herodes la hiera o la mande matar en el proceso, se muestra temerosa al principio, con lo que el propio rey le ofrece su espada. Con la espada en alto, frente al rostro, se protege durante todo el canto.

"Al jorn del Judici / parrà el qui haurà feyt servici..."



Normalmente lo interpreta un niño de una escolanía, o una mujer sola. En el caso del pueblo de mi chico, el Port de Sóller, lo interpretaron una mujer y un hombre, con insertos musicales al órgano. Me gustó bastante, pero en años sucesivos quisiera escuchar el de Sóller o incluso el de Lluc.
Algo que me chocó bastante es que la gente aplaudiera después. En mi tierra no se aplaude en las iglesias.

Luego nos fuimos a cenar con la familia de mi chico. Una cena normal, divertida, tranquila y a la vez llena de anécdotas. Quedó clara la devoción de los mallorquines por la carne y el queso, y estuvimos viendo en Ib3 algunas piezas clásicas y típicas, como el propio Cant de la Sibil·la de la Catedral de Palma.


En Navidad descubrí que, además de encargarse de los arreglos florales de la iglesia, mi suegra también poseía una pequeña colección de neules que había colgados en casa. Normalmente se come lechona (cerdo asado) el día de Navidad, contrastando con nuestro cordero pascual o recental, pero en casa de mi suegra tienen la tradición trocada y la lechona es para Año Nuevo. Comimos opíparamente, de nuevo, y nos llevamos a los sobrinos al cine. Como no había podido desayunar esa mañana chocolate con churros, que es lo que desayunamos en mi tierra siempre, me consolé con un Laccao con fartons. Otra vez será.

En Nocheviejatenemos planes con los amigos y, en Año Nuevo, comida con la familia. Luego nos vamos a mi tierra, a ver la Cabalgata y a propiciar, de nuevo, las risas familiares a mi costa cuando, una vez más (y siempre) me toquen los premios de todos los Roscones de Reyes.

Benhaja l’ombra quieta dels tarongers de Sóller.

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(Título extraído del poema 'Els tarongers de Sóller' de Josep Lluís Pons i Gallarza)

Terminaron las navidades, con muchos nuevos descubrimientos y alguna que otra aventura. 

Releyendo la entrada anterior, me he dado cuenta de que no os mencioné que aquella era la primera misa en catalán que había escuchado en mi vida, y que fue curiosa y divertida a la vez, desde el punto de vista filológico. También fue peculiar el hecho de que gran parte de la misa fue cantada, y una cantidad notable de oraciones y lecturas fueron en latín. Escuchar el padrenuestro en latín casi que pone los pelos de punta, más por temor heredado que por miedo adquirido. Por si acaso, os comento que la única formación religiosa (que no sacra) que recibí en mi vida fue la catequesis para la Primera Comunión, jamás recibí clases de religión en el colegio ni leí La Biblia hasta que tuve edad para aproximarme a ella desde un punto de vista no confesional.
Mi primer acercamiento a La Biblia fue con catorce años, fruto de una optativa que tuve en el instituto, "Introducción a la literatura". Tuve que leer el Libro de Josué y analizarlo literariamente, ahí fue donde aprendí a localizar versículos con esa notación tan particular que tiene La Biblia.

Fuimos a Segovia para Reyes, y allí pude comer churros. Una no se da cuenta de cuánto va a echar de menos algunos platos y alimentos... hasta que le faltan. Me pude comer unos churros, a la fresca de la tarde (unos dos/tres grados bajo cero) mientras mi chico tiritaba y maldecía el frío. No pudimos ver la cabalgata, pero fue porque dedicamos el día a compras de Reyes y a la visita del belén del Ayuntamiento de Alcobendas.



 Este belén, que bebía de las tradiciones napolitanas e historicistas, estaba recreado en paisajes de la Tierra Media creados por Tolkien. Los belenistas Taller del Arte Alcobendas habían trabajado muy duramente, y el producto era fantástico: todo comenzaba en una anunciación al pie de la instalación, seguida por un agujero hobbit, y después el pueblo de Bree, repleto de comerciantes, y donde se negaban a dar posada a María y José en el Poney Pisador.




 La recreación de los Argonath y de toda la ciudad de Minas Tirith era sobresaliente, llena de detalles (como una preciosa sala de sabios, o la escultura de Minas Tirith de Weta Workshop en el centro de una de las habitaciones) y mimada hasta el extremo.
Y había dos guiños más, un molino rohirrim y el pesebre, que no era otro que una antigua edificación medio derruída de factura élfica. 






Tuvimos una suerte tremenda, ya que hablamos con los belenistas a través de un socio (presidente de la Comisión de Juegos de la STE, y que escribirá una entrevista en nuestra revista, la ESTEL, sobre el belén) y nos dejaron quedarnos más allá del cierre, encendiéndonos las luces y la música para nosotros solos, e incluso dándonos acceso a la galería superior. Nos hinchamos a hacer fotografías, algo que nunca podremos agradecerles lo suficiente.
Ellos, por su parte, no cesaban de comentarnos lo orgullosos y honrados que se sentían porque miembros de la STE hubiesen visitado el belén y apreciaran su trabajo, desde el respeto y la profesionalidad.

Como detalle, os contaré que incluyeron al propio Tolkien en el belén, una foto del Profesor de cuando formaba parte de los Lancashire Fusilers.





Se vieron obligados a poner un cartel explicativo porque algunos visitantes les increpaban, molestos, por haber puesto una 'foto de Franco' en el belén.

Este enero también hemos viajado a Valencia. Además de pasar unos días maravillosos en casa de nuestros amigos Ana y Juanjo, hemos asistido a uno de los que será, sin duda, eventos del año: el cumpleaños XL.

Nuestro amigo Santi cumplía 40 años, y para tan magna ocasión, alquiló un precioso albergue rural donde pasar el fin de semana más increíble de los últimos tiempos. Éramos un montón de personas, aquello parecía una mereth... también porque muchas eran amigos de la STE, del smial de Edhellond (una de las delegaciones en Valencia).
Hubo de todo: peleas con espadas, taller de baile celta (impartido por una profesional), juegos, cenaza de gala, paella, globoflexia con Keleb-Dûr, tertulia literaria... ¡hasta mathoms!






Y, por supuesto, hubo música. Conciertazo de los Innerlands, que le regalaron a Santi su propia versión de "Flaming Red Hair" (la canción que baila Rosa Coto en la fiesta de cumpleaños de Bilbo, en la peli de P. Jackson) y dos conciertazos por la noche, de la banda antigua de Santi y la nueva, MAPS, de la que os sugiero que os hagáis 'fanses' a la de ya.
También hubo visita de última hora a la FNAC de Valencia, con un resultado fantástico. Por fin tenemos todas las pelis de Harry Potter, hay una Tardis encima del escritorio de mi chico, tenemos un gran volumen con novelas de Sherlock Holmes y me quité el mono de Buckyballs con un cubo pequeño, monísimo y rosa.

En otro orden de cosas, la mereth que está preparando la delegación mallorquina de la STE, el smial de Tol Eressëa, va viento en popa.


El formato de mereth urbana es algo novedoso. Las actividades estarán abiertas a todo el que quiera participar, inscrito o no, y además los asistentes que sí se alojen lo harán en un youth hostel en el centro de Palma.


Podéis consultar todos los datos en su blog.


¿Os vais a perder una mereth con un trailer tan friki? Las inscripciones para pensión completa acaban el jueves, pero hay modalidad sin alojamiento e incluso inscripción sólo para la Cena de Gala.


Findûriel
PD: Courtney sigue tan guapa como siempre. Os manda saludos.

Texto de clausura en la I Mereth del Poney Pisador

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Ya terminó la mereth. Sigo considerando prodigioso que nos podamos juntar de este modo, que seamos capaces de organizar un encuentro para difundir y estudiar a Tolkien que dure tres días, y que las cosas salgan tan bien.

Aún creo que es pronto, al menos para mí, para escribir sobre ella. Las obligaciones laborales me tienen bastante absorbida. Pero sí quería compartir con vosotros el texto que leímos entre todos en la clausura de la mereth. Un texto en el que, creo, todos los asistentes se sintieron identificados. Un texto que busca dar otro empujoncito a los que aún trabajan en los fines de la STE, y tentar a aquellos que dejaron de hacerlo (por razones peregrinas) o aún no han comenzado.

"¿Cómo convertirnos en eternos?

¿Cómo hacer que la pieza que nos toca cantar, en nuestro papel en el Ainulindalë, se escuche alto, claro, fuerte y hermoso?

La vida puede dividirse en momentos. Momentos que dejan una huella tan profunda y tan distintiva que un simple olor, una frase, una canción o un movimiento nos los traen, vívidos, a la memoria. Son retazos de nuestra canción, compases perdidos que sólo en conjunto tienen sentido. Y no sólo para nosotros, sino para todos aquellos que han vivido nuestras mismas experiencias, o que conocen a la misma gente.


Como cuando presenciamos por primera vez una lectura de cuentos. Sentados en el suelo, quizá con amigos, quizá solos y aventureros, acercándonos a un mundo que nos emociona y asusta al mismo tiempo. De noche, con la luz de las velas refulgiendo en el lector que, con el rostro encendido en emoción, nos llevaba en volandas a un lugar desconocido por primera vez. Nos descubría un nuevo libro, o nos emocionaba con un pasaje conocido.

Aquella vez que te pasaste la Cena de Gala haciendo el payaso, riéndote de cualquier cosa e inventando nuevos juegos de palabras con los que hacer reír a los demás. Fundaste en un segundo un chorrismial, o compusiste una canción entre carcajadas, bocados de carne y canciones que hacían peligrar la cubertería.


La vidriera que cuenta nuestra historia no sólo se compone de cristales de colores juntados al azar. Muchos de ellos se superponen para formar armonías más complejas. Otros tintinean suavemente cuando les roza la brisa. Los de más allá, ciertos días del año, dibujan arabescos en el suelo que sólo los niños curiosos saben descubrir.

Repetimos canciones y ritmos que alguien nos legó, como las personas sabias que crean las tradiciones. Brindamos hacia el oeste, con un cuerno en la mano, un tenedor en la otra, mirando a la croqueta, nombrando reyes enanos y pronunciando palabras en élfico, por Tolkien y los amigos ausentes. Trabajamos para que los que llegan, con el ánimo hambriento y los ojos brillantes, aprendan y disfruten.


Cuando al fin nuestra niña se duerme, nos descubrimos intentando jugar con las palabras para seguir contándole, de forma que pueda entenderlo, el cuento de un personaje pequeñito de pies peludos que un día decidió salir a correr aventuras.
Y se dejó el pañuelo en casa, aunque encontró una espada, y un anillo, y aprendió mucho. Y después vendrán los jinetes negros, cuando tenga edad para poder mirar a sus negruras con valentía infantil.


Cogemos los bártulos, a veces más grandes que nosotros mismos, para recorrer carreteras y aeropuertos cuidando de nuestra mercancía. Llegamos, abrazamos, tensamos cuerdas, desembozamos cañas y nos convertimos en melodía. Sólo pedimos un sitio donde tumbarnos y un bocadillo para la panza, pues errantes somos de nombre y de espíritu, aunque nuestro hogar esté en cualquier sitio donde haya otro bardo.


Quedamos en el único rato libre que nos deja la vida y, en el lugar más inverosímil, en la esquina de un bar, en la clínica de un amigo, en la recepción de un hotel, en el taller mecánico del secretario… desplegamos nuestros papeles y creamos una actividad sorpresa para los asistentes a nuestro evento. Con un foco de este, las tijeras de aquel, los cables de aquella, seguramente quedará bien.

Tiramos dados, nos pringamos de pintura y dibujamos tablas inexplicables con una lógica que sólo será sostenible cuando estén completas. Calculamos el daño que haría un cucharón en el coco de un orco, y cuánta fuerza le imprimiría un pequeño hobbit cobarde. Nos pasamos la tarde encolando alas de montura alada y cosiendo estandartes. Haciendo fichas, inventando las historias que otros vivirán por nosotros, con nosotros, a causa de nosotros.

Buscamos la tela más barata de la tienda. Buscamos otra tienda donde la tela sea más barata. Miramos con ojo crítico las fundas viejas del sofá, pensando en cómo quedarían convertidas en cortinas. Nos pinchamos, interminables veces, maldecimos a la máquina, liamos el hilo, tiramos los abalorios sin querer y nos pasamos media hora recogiendo bolitas del suelo. Cuando queremos darnos cuenta, es de noche. Qué fastidio.

Hay algo que nos impulsa, algo sordo y ciego que tira de nosotros. A veces nos sentamos, y miramos nuestros libros. Y nos preguntamos por la naturaleza de esa fuerza.
A veces nos vemos obligados a parar. Debemos dedicar nuestros esfuerzos a una saga-realidad que cada vez precisa de más trabajo. Pero cuando estamos a punto de quedarnos dormidos, en el paraíso del duermevela, avanzan reyes portando seis mil lanzas y enanos van a la guerra.


Conocimos a buena gente en el camino. Amigos, colegas, incluso a nuestras parejas. Nos leímos en la distancia, nos movimos para vernos. Nos salta el corazón cuando pensamos que en la próxima mereth o en la estelcon veremos a esas personas que tanto añoramos. Tachamos los días en el calendario, con la sonrisa más ancha a medida que las casillas en blanco van desapareciendo. La semana anterior es un puro nervio, y terminamos haciendo la maleta convencidos de que nos dejamos algo.

Inolvidable fue aquella tarde en la que, después de una obra de teatro, un buen concierto, un par de conferencias intensas y una cena divertida te sentaste en el rellano de la entrada del albergue. Cubierto con una capa mucho más grande que tú, charlaste hasta el infinito, con el cabello loco y los ojos cansados, sobre cómo descubriste el primer libro o leíste por primera vez aquella novela.


Y elaborando estos sueños, cosiendo estas esperanzas, tejiendo las redes donde se cuelgan los deseos futuros y los recuerdos pasados, es como el hilo de nuestra historia se va estirando, estirando, formando bucles y atando piezas, vibrando cuando un dedo lo pulsa, sosteniendo cuando necesitas asirte a él. Ves a otros que trabajan, en silencio o en animada charla, a tu lado, en el taller del destino. Y es con ellos, y es a través de ellos, como se alcanza con la punta de los dedos la eternidad.
Con las manos que se entrelazan para caminar seguros, con los puños que colaboran para tirar de una misma cuerda. Con las historias de las cuales, casi sin darnos cuenta y casi sin hacer nada, nos hemos convertido en protagonistas.



Protagonistas de una leyenda que se repite en cada reunión, en cada mereth, en cada estelcon, en cada artículo. Y así la vida se transforma, a través de un papel más fino que la piel, en un cuento.



Un cuento que puede empezar en cualquier lugar, a cualquier hora.


Como, por ejemplo, en un folio en blanco.

En un agujero en el suelo, vivía un hobbit…"

Un año, una colección y un puñado de cosas por contar

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Hace unas semanas fue el primer aniversario de mi mudanza a Sóller. Aunque no hicimos nada muy especial en un solo día (yo trabajaba 'en la fecha señalada'), hubo pequeños gestos de celebración. En los días que arroparon la fecha fuimos al cine, comimos en nuestra arrocería favorita, acudimos a una reunión de smial y a un mercadillo friki que organizaba nuestro bar habitual en Palma.
El año se me ha pasado volando. El trabajo es el que más contribuye a esta sensación. De hecho, llevo ya dos meses de trabajo y casi ni me entero de que pasan.

 Mi parada de tranvía, un día londinense

Gracias a internet, y a mi querido colega Henk 'Hobbithunter' Brassien, he conocido por facebook a un coleccionista español de 'hobbits'. Se lo conoce como Gololo, y aquí podéis ver su impresionante colección de 'hobbits'. Ahora mismo posee la impresionante cifra de 226 ejemplares en 55 idiomas. Gracias a él conseguí una copia en indonesio, y según voy subiendo fotos de los libros que me llegan, él me anima a continuar y me da consejos.

La última foto que subí de mi colección mostraba 39 ejemplares en 35 idiomas, pero esta semana pasada la cosa se ha ampliado con dos ejemplares muy especiales, con lo que ya tengo 41 ejemplares en 37 idiomas.


Estos dos ejemplares están traducidos al polaco y al armenio. La edición polaca ha sido un regalo indirecto. Laura, una amiga de Sevilla, conocía a una chica en Polonia a través de un foro, y le pidió el favor de comprármelo. Esta chica, fantástica, se curró un reportaje de todas las ediciones que pudo encontrar, haciendo fotos en las librerías, poniéndome datos de todo tipo sobre cada ejemplar, y preocupándose en todo momento por mi opinión.

Al final, ambas urdieron un trato y me regalaron el libro. Ha sido un fantástico regalo, como muchos otros ejemplares de los que disfruta mi colección, que son regalos (gracias a Daniel, Rocío, Alberto, Guillem, Maya y Shin, Carol, Laura, Laura (sí, dos Lauras)...). Es una preciosa edición en tapa dura. Cuando consiga todos los ejemplares en las lenguas que pueda, quisiera ir añadiendo ejemplares de tapa dura a los que poseo en tapa blanda, si es posible (por ejemplo, la versión en yiddish sólo existe en blanda).

El segundo ejemplar lo conseguí por eBay y me costó bastante encontrarlo, pero era un capricho personal que llevaba un tiempito buscando. Se trata de una primera edición, impresa en 1984, en armenio. Es una de mis joyas en primera edición, y quizá el más difícil de encontrar de todos mis libros. El día que me llegó fue casi mágico, abrir aquella caja pequeñita y aquella bolsa llena de celo, abrirlo y aspirar su aroma viejo y curtido, hojear esas páginas que algún niño había recorrido mucho tiempo atrás, acariciar su lomo y su cubierta... y volver a encerrarlo en su plástico protector, temerosa de que su fragilidad se resintiera de la humedad o el sol.


Tan pequeña...

Ahora mismo hay otros dos libros viajando hacia aquí o esperando a ser recogidos: mi primera traducción en ruso (hay varias diferentes), que tiene el mismo formato que el libro armenio, con el mismo dibujante, y un 'hobbit' traído de Taiwan que no sé qué idioma traerá dentro. Pueden ser varias ediciones: puede ser un simple libro en inglés llevado desde Inglaterra, o un libro en mandarín impreso en China (tengo un ejemplar en mandarín, pero otro tampoco sería mal recibido)... o puede ser un ejemplar en inglés impreso por Houghton Miffin Taiwan, lo que no estaría nada mal  (siempre y cuando conserve las páginas taiwanesas). Este segundo me lo trajo un compañero del grupo de rol, que hizo un viaje allí.

Por lo demás, hay muchos proyectos por delante, para el tiempo que me dejen los compromisos, el trabajo y, sobre todo, los ojos. Los brotes me remiten y vuelven con virulencia, con lo que mis horas de ordenador están lamentablemente muy limitadas. Incluso la oftalmóloga me dijo que no lo usara más de tres horas, pero en el trabajo tengo la obligación de usarlo continuamente, con lo que en casa trato de usarlo menos, y siempre con buena iluminación.
Esto de estar enferma de los ojos es un impedimento más grande de lo que parece. Tengo pendientes muchas cosas, algunas de las cuales corren bastante prisa, como un cuadro en punto de cruz que tuve que dejar abandonado, y que era un regalo... el libro de las hadas de mis amigos gallegos, que pide atención a gritos, y el betareading de la novela de una buena amiga que está deseando moverla por las editoriales pero precisa de las correcciones, son otros dos proyectos que tengo que dejar colgados más tiempo de lo que debería. 
Lo que no puedo dejar pasar es comprarme unas gafas que pueda llevar en el trabajo y que me protejan del ordenador y de la fotofobia de la calle.

Por otro lado, me he comprado ¡por fin! un camarón de fotos. Una maquinota que tampoco he podido disfrutar tanto como merece, pero con la que ando trasteando y tonteando en mis ratos libres. Se trata de una Nikon 5100, y me venía con dos objetivos de lo más pintones. Alucinando me hallo con la cantidad de cosas que puede hacer, y con las que aún no he hecho. Un buen amigo, profesional de la fotografía, me ha recomendado hacerlo todo en manual. Y es el maldito infierno. Aprendes a ser paciente, eso sí, porque con la cantidad de cosas que tienes que ajustar pasa un buen rato antes de que le des al disparador, y jamás de los jamases sale bien a la primera. Aunque ladees la cara y contengas la respiración, en posición de ninja agazapado, salen las fotos con pulso de robar panderetas. Pero bueno, estoy descubriendo mucha magia en las fotos que sí salen medio decentes, e incluso a hacer algún que otro efectillo interesante.

Aparte de todo esto, he acudido a fiestas, eventos, actividades y he ido mucho al cine. Hemos cenado en lugares nuevos y lugares de siempre, he sido testigo de ocasiones especiales y también las he vivido. Lo que ocurre es que nunca se me pasa por la cabeza agarrar el blog y darle un buen meneo. 

Como siempre, espero no tardar tanto la próxima vez.

Findûriel

Una forastera en Mallorca: comer y no comer

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Este mediodía, mientras tomaba mi almuerzo pre-comida temprana, me ha dado por pensar en la comida mallorquina que he probado hasta el momento. Y como ha habido grandes descubrimientos (y algunas decepciones), me he decidido a escribir un artículo sobre algunas cosas que me han gustado, o que me han dejado fría, o no me han gustado, de la gastronomía mallorquina hasta el momento.

Tómese este artículo simplemente como una referencia personal. Sé que los mallorquines se hincharán como pavos cuando lean lo que me gustó, y que se inflarán como globos cuando lean lo que no. De sus bocas saldrá un "Eso es que no has probado XXX de verdad" o "Eso es que no has probado mi XXX".
Porque, amigos, una verdad casi impepinable en los mallorquines es que todos (o casi) viven en un pueblo, o vienen de un pueblo, o tienen casa del pueblo, o tienen familia en el pueblo, que hacen alimentos artesanos y tienen huertos propios. Es normal, dado lo limitado del espacio y lo numeroso de su población. Porque, amigos, aunque se viva en Palma, las ciudades (como decía mi genial abuelo Pepe) están en medio del campo.
En fin, que no los escuchen. Que sí he probado, que sí he catado y me he esforzado por buscar el je ne sais quoi a todo lo que los acogedores mallorquines me han ofrecido (siempre y cuando no tuviera alergia al alimento en cuestión, por supuesto).

Y como el movimiento se demuestra andando, allá va mi pequeña aportación para forasteros y futuros viajeros. Vaya por delante que aún no he probado muchos platos de la gastronomía mallorquina. No le he hincado el diente a las sopas mallorquinas, ni he paladeado el arroz brut, ni la caldereta de marisco, ni los famosos pescados de roca de la zona donde vivo.


Delicioso

TOMÀTIGA DE RAMELLET


Comencemos por lo que me ha inspirado para el artículo. Quién me iba a decir a mí que terminaría comiendo tomate crudo... bueno, en cierto modo. Porque sa tomàtiga de ramellet poco tiene que ver con los tomates que había probado hasta la fecha. Conste que los había probado de todos los pelos y formas, desde el típico y soso tomate encerado de supermercado hasta tomates caseros cultivados a la antigua, pasando incluso por los tomates volcán que tanta fama tienen. Y nada. Asquito que me da el tomate crudo.
Y no es que me lo coma así, mordiendo (sigue sin gustarme hincarle el diente), pero me chifla hasta límites absurdos tomarlo en pà amb oli. Fregar uno de estos tomates sobre pà moreno tostado, con su piel tersa y su interior carmesí, ver cómo se deshace en los dedos la pulpa sabrosa y densa, y ese olor a campo seco y soleado, son sensaciones difíciles de expresar con palabras. Amigos, hay que vivirlo.
Sa tomàtiga de ramellet crece en campos de secano, por ello mismo recibe mucho sol y su sabor no es para nada ácido. Recibe el nombre tanto del modo en que crece como del modo en que se almacena. Suele crecer en ramilletes de cinco tomates, y se suele almacenar atándolo en largos racimos de cuerda, al fresco, sin frigorífico. Si el sitio es oscuro, fresco y seco, suele durar mucho tiempo sin corromperse.
Los de ahora son pequeñitos y peleones, en otras ocasiones se pueden comprar más grandes y con medio suele sobrar para fregar bien fregadas dos rebanadas pequeñas de pan moreno. El precio es bastante alto si tienes que comprarlos, pero lo merece.

PÀ MORENO


Otro de los alimentos que han inspirado la entrada... sí, estaba almorzando pà amb oli. Es mi nuevo vicio.
Una de las cosas que más me chocaba al llegar es que absolutamente todos los bocadillos que esta gente ingiere llevan tomate (en alguna forma, en rodajas o fregado, preferiblemente esto segundo). Al probar el pan autóctono me di cuenta del porqué, ¡casi me ahogo!. Denso, duro, con una corteza contundente y no quebradiza, con un cuerpo que hace difícil pasarlo por el gañote.
Después del añusgue inicial, y tras variados pà amb oli subsiguientes, le tomé verdadera devoción al pà moreno. Un pan contundente, pero un pan de verdad. Con su pequeño punto de acidez, pero con su presencia dulce y su miga densa sin ser elástica, casi no consumimos otro pan en casa.
Estos panes se elaboran con una variedad local de trigo, el trigo xeixa. Es un trigo antiguo, lo que quiere decir que no ha sufrido importantes variaciones desde su introducción, hace siglos, en la isla. El grano es pequeño y, por ello, su cultivo es poco rentable (requiere mucho esfuerzo recolectar, desgranar y moler para recoger poco fruto), por lo que la producción de pà moreno es bastante limitada. Pero como vivo en un pueblo pequeño, tengo la gran suerte de poder comerlo casi a diario. Resulta asombrosamente fácil de digerir, no es pesado (eso sí, te comes dos rebanadas y punto, que con su densidad es suficiente) y se nota en su sabor la fuerza de los hornos de leña.
No dejéis de probar un buen pà amb oli con pà moreno si tenéis la ocasión.

COCA DE TREMPÓ


El nombre de 'coca' se da a dos preparaciones distintas, aunque comunes por hacerse ambas en el horno. La coca de trempó es una masa fina salada, horneada con verduras (principalmente pimientos, tomate y cebolla, que son los que forman el trempó). Lo mejor de este alimento es que en todas las fiestas a las que he acudido, y a las que había que llevar comida, alguien ha llevado una y me he puesto las botas.
Aún no probé la de verdura, ni (seguramente) las muchas variedades que hay por ahí rondando. Por el momento, mi favorita es la de trempó de mi suegra.

COCA D'ALBERCOCS



Esta coca, en este caso, es dulce. Es un bizcocho sumamente esponjoso donde el ingrediente estrella es el albaricoque. Como la mayoría de dulces de la isla, lleva manteca, pero eso no le da contundencia, sino ligereza. Aún no he probado a hacerlo, pero me gustaría.
De las cocas dulces es, sin duda, la que más me ha gustado. Por encima de las ensaimadas.

Ni fú, ni fá

FRIT MALLORQUÍ


Es bastante común entre los mallorquines que, a la mínima insinuación de 'este plato se parece a uno que hacemos en mi tierra que...' salten inmediatamente (y con el dedo en alto) con '¡pero no es lo mismo! ¡Este es diferente!', haciéndote sentir que Mallorca debe estar en un punto intermedio entre España y Raticulín, un lugar donde todo es propio y nada se parece a algo que hayas probado en cualquier otro lugar.

De nuevo, aclaro: no he probado toooodos los frit que puede haber (casi uno por ocasión), sino que he probado, varias veces (caseros y de restaurante), el 'frit estándard' y el frit de sang. Y, qué queréis que os diga, se me asemeja demasiado a la asadura/bofada de mi tierra como para considerarlo especial. Me gusta, como me gusta el de mi tierra.
Aunque me gusta mil veces más el de mi madre.


ENSAIMADA


Bien, ahora hablamos de la considerada joya de la repostería mallorquina (al menos, mediáticamente). Las ensaimadas están muy ricas, es cierto, y me gusta comerlas de vez en cuando. Cuando comes una, diez, doce, cien... ya se convierten en algo más o menos rutinario, y pierden su encanto. Las he probado incluso caseras, y el gran defecto que creo tienen es... lo repetitivo. Ensaimada en esta fiesta, ensaimada en la siguiente. ¿Cumpleaños? ensaimada, ¿salimos a tomar un chocolate? ensaimada, ¿te invitan a desayunar? ensaimada. Además la grasa, el sebo en las partes menos 'infladas', la hacen en cierto modo pesada.
Hay variedad de ensaimadas, la hay de crema, de chocolate, rellena de nata (mi favorita) o de cabello de ángel... pero añoras tras dos cumpleaños y tres cenas con amigos que a alguno se le ocurra traer una coca d'albercocs o, al menos, un robiol o dos...
También puede influir el hecho de que echo demasiado de menos las porras.

Lo siento pero... no

SOBRASADA, CAMAIOT Y BUTIFARRÓ


Con la Iglesia hemos topado, que diría (erróneamente citado) Don Quijote.
La sobrasada que mucha gente conoce no tiene nada que ver con la sobrasada que se come en las Baleares. Muchas veces se tiene como 'sobrasada' la pasta de carne y pimentón sin gracia que se unta en las tostadas, por obra y gracia de cuatro mentecatos de la empresa alimentaria, y que nada tiene que ver con la sobrasada, ni siquiera con la cruda que se unta aquí.

La sobrasada realmente es un embutido, así, de cuerpo entero, más o menos curada dependiendo del gusto. Aunque nunca llega a curar como otros embutidos de climas más secos.
Todas las sobrasadas que he probado, de todas las maneras, me han resultado insípidas, o rasposas, o amargas. Lo siento, y las he probado caseras, de diferentes manos y estadíos de curación. Y no me gustan. La he probado untada, a lonchas, asada... y siempre me resulta sosa y sin gracia.

Con el camaiot me pasa tres cuartas de la misma. Se me asemeja demasiado a la cabeza de jabalí, embutido que, ya de por sí, no me gusta. Y el butifarró... me da siempre la sensación y la textura de estar comiendo una especie de morcilla grasienta sin cocer.
A favor, para que no quede tan mal sabor, diré que la llonganissa no me desagrada, sobre todo si es de pebre negre.

Ah, he golpeado en todo lo alto y lo sé. Espero que los mallorquines no se me ofendan y, en cambio, traten de demostrarme que me equivoco ofreciéndome más variedade. Quién sabe, a lo mejor en un futuro encuentro una que me guste.

COMIDA VIEJUNA


Lo de que Mallorca se ha estancado en los años 60-70, cuando el boom de las alemanas en topless, no sólo se nota en el aparato turístico-hotelero ni en la oferta que se empeñan en repetir, aunque ya esté añeja. También en los restaurantes.
No es extraño que, al tomar una carta, tengan una intensa sensación de déjà vu, y piensen yo ya he estado en este restaurante, ¿no?. A estos recalcitrantes dinosaurios de la gastronomía, con permiso de Mikel Iturriaga (que es a quien leí el término primero) los llamaremos 'comida viejuna'.

Así, es más que común que en prácticamente todos los restaurantes encuentre usted viandas tales como la Tarta Banoffe, el Escalope Cordon Blue (sí, escrito así, amigos) o las socorridas salsas de pimienta y roquefort everywhere. Cuando una lo ve en todas las tascas, terrazas, restaurantes y bares, ya casi que le asalta el tufillo de las pelis de Landa.
Eso sí, no les pida usted un bocadillo de calamares. No comprenden el conceto.

A modo de postdata...

Para evitar rematar con mal sabor de boca, quedémonos con un fantástico dato de la comida mallorquina: las bases, los fondos, los principios. Todo gran plato mallorquín comienza con una base sólida y sabrosa, destacando entre todos estos fondos los caldos, el llamado brou.
Un guiso, una sopa, un arroz que no se comienza con un buen caldo tiene todas las papeletas para fracasar. Aunque el marisco sea de primera, los embutidos denominación de origen o la pasta sea fresca, si no tiene un buen caldo de donde chupar, no hay tu tía. Y eso lo tiene Mallorca, y en abundancia. Desde el arroz con marisco (el de mi suegra, superior) hasta la sopa de Nadal (exquisita, sabrosa, potente) pasando por los bullits, no son nada sin un buen brou.
Los mallorquines de eso saben mucho y bien.

Campeones

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Lo son por ti. Por los jugadores, entrenadores, por el corazón, por la garra, por la profesionalidad. Por el alma en cada paso.


Lo son por mí. Por mis nervios, mis gritos, mi pasión. Por las burlas, los escarnios, los desprecios, por el orgullo, por el honor, por la decencia, por la devoción.


Lo son contra ti. Contra el que pisa, el que arranca, contra la prepotencia, la chulería. Contra el dinero, el poder, el favor, la soberbia.


Lo somos.

Pero qué grande, qué grande... yo creo que ni siquiera ellos saben lo que han hecho.

Viva mi Atleti, ahora y siempre.



CONCURSO: ¿Te apasiona la obra de Tolkien?

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Siempre me ha gustado participar en sorteos y concursos en los blogs amigos o los blogs que sigo. Así que se me ha ocurrido organizar uno en mi propio blog.

El premio que me ha venido a la mente ha sido una suscripción anual en modalidad completa a la Sociedad Tolkien Española.
Esta asociación, de la que soy miembro hace un buen puñado de años, se dedica al fomento del estudio y el conocimiento sobre la obra del escritor inglés John Ronald Reuel Tolkien, conocido principalmente por ser el autor de la novela El señor de los anillos.




Esta suscripción cubrirá la membresía de pleno derecho a la Sociedad Tolkien Española desde el momento en que se anuncie al ganador y se traspasen sus datos a la Comisión Permanente, hasta que se renueve la cuota en 2014. Con ella, el ganador tendrá todos los derechos propios de un socio de cuota completa, incluyendo cosas tales como el acceso a la biblioteca de la asociación o recibir la revista en papel en su propia casa, así como la satisfacción de estar formando parte de una asociación que trabaja muy duro para difundir la obra del escritor.

La suscripción que se ofrece como premio sólo cubre a potenciales socios residentes en España.

Para participar debéis llevar a cabo una acción muy sencilla. Debeis enviar una foto, un breve cuento, un dibujo, una pieza artística, un poema, una canción... inspirados en cualquiera de las obras de Tolkien, no sólo de la Tierra Media. Con 'breve texto' me refiero a una o dos planas de folio (sed razonables, no es un concurso de literatura en sí. Para eso ya están los Premios Gandalf cuya convocatoria 2013, por cierto, sigue abierta). En el caso de las obras gráficas y artesanales, debéis justificar su ambientación con una cita o una mención a lo que se retrata.

La obra ganadora será publicada en este blog, así como las obras presentadas que lo deseen.

Las obras se enviarán a la dirección finduriel@gmail.com y el plazo estará activo hasta el 21 de junio de 2013, tenéis exactamente un mes.

Animaos a participar y, los que vean que puede ser interesante, ayudadme a difundir este concurso.

Findûriel

Y el ganador es...

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El plazo del concurso ya terminó, las participaciones han sido revisadas y sopesadas con ojo crítico, y ya estoy en condiciones de anunciar un ganador.

Por la maña, la idea y la ejecución, se lleva el merecidísimo premio de una membresía anual en modalidad completa ÁNGEL DANIEL BIELSA, por su 'pipa de Thorin Escudo de Roble'


Ya me he puesto en contacto con el que será nuevo socio de nuestra asociación, ¡muchas felicidades!

Y a los demás, muchas gracias por concursar. Me animaré a hacer más concursos (y quizá sorteos) de este tipo en el futuro, así que permaneced atentos. Y gracias también a todos los que habéis difundido este sorteo, por supuesto.


Un saludo

Findûriel, contenta de que seamos uno más.

La Corte de los Espejos

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Observó el volumen con sumo disgusto. Llevaba un largo rato arrellanada en su sillón, con el rostro apoyado en el dorso de la mano, y el codo en una pierna flexionada. La otra pierna colgaba, indolente, balanceándose y haciendo ruido.
Lanzó un pedacito de papel arrugado en dirección al volumen. Su proyectil rebotó en la cubierta y se perdió en la oscuridad de su taller. Todo estaba arropado por un silencio pesado y denso, tanto que podía escuchar su propia respiración. Eso también le molestaba. Tomó aire y exhaló un fastidiado suspiro. Cerró los ojos, intentando calmarse.
Cuando los abrió, el libro aún seguía allí, indolente, existiendo bajo la polvorienta luz de sus ventanucos.

Costurina se había entusiasmado. Le dijo que era una obra maestra, que a ella le había entretenido, asustado y emocionado en igual proporción. Que debía leerlo, vencer sus reticencias iniciales y darle una oportunidad, porque merecía mucho la pena. Y que quería saber cuanto antes cómo continuaba. Aunque los gustos literarios de Costurina, con todas aquellas novelas rosas de romances imposibles que acababan bien, y que hacían a la boggan suspirar durante días con las mejillas arrobadas, no le atraían lo más mínimo, envió palabra para que le trajeran un ejemplar.

Los comentarios jocosos y orgullosos de Dujal, entre cerveza y cerveza, le quitaron las ganas de leerlo. Acababa de abrir la trampilla para avisar a Costurina de que podía bajarle la cena a las diez cuando la irritante voz del phoka le llegó, clara y socarrona, desde el otro lado de la barra. Hablaba de que ahora las mujeres no se le quitaban de encima, de que todo había sido mucho más cruento y más peligroso de lo que se narraba y que, por supuesto, él había sido como cien veces más valiente.
Enfadada, bajó al taller, tomó el paquete de papel de estraza donde venía el libro y lo arrojó con furia al rincón más lejano, con un estruendo de cristales rotos como única respuesta de su instrumental.

Pensó en quemarlo, o en triturarlo. Pensó en arrojarlo por las alcantarillas, para que se pudriese y descompusiese. Y después decidió dejar de pensar en él, el daño ya estaba hecho y sólo le quedaba vivir con ello.  Más tarde, decidió sentarse, ya que tanto paseo inconsciente y furioso de acá para allá le estaba provocando un dolor sordo en la pierna.

Fue entonces cuando llegó el mensaje de Marsias.

Una carta pequeña y crujiente, un papel plegado con olor a tierra y a cedro, que descendió en la bandeja de Costurina. Decidió dejarlo para después de la cena, pensaba y sentía mejor con el estómago lleno. La comida fue abundante y sabrosa, como de costumbre, y cuando Costurina bajó a recogerle la bandeja aún rebañaba salsa del fondo de uno de los platos con avaricia gulosa. La boggan observó el desastre de cristales y el paquete allí tirado, y torció el gesto. Lo recogió tomando con dos dedos el cordel que ataba el papel de estraza, como si le diese reparo o temiese cortarse, y lo dejó encima del enorme escritorio. Le reprochó tratar así a un libro, y además destrozar botellas y ampollas, aunque lo único que recibió en respuesta fue un gruñido lleno de migas.

Al abrir la misiva, una vaharada de polillas de humo gris salió del interior. 'Trucos de principiante' pensó con sorna, aunque las observó con deleite hasta que se disolvieron. Sólo halló dos palabras en el interior, escritas con la letra rotunda del sátiro.

Eres Tú

'Diablos', se dijo, 'voy a leerlo aunque me queme por dentro'. Rasgó el papel con furia y, sin ningún miramiento, dobló la cubierta hacia atrás con una feroz brusquedad nerviosa.

Y allí se encontraba en este preciso momento. Con el libro leído, desmigajado, despedazado, ansiado, odiado y devorado. Lo había leído con enfado, con asombro, con repugnancia y sobre todo con ira. Una ira tan sorda que era consciente de haber estrujado más de una página con impaciencia, incredulidad o con enfado... aunque sus manos la habían alisado con cuidado de nuevo, para seguir leyendo. Había leído con una tristeza tal que los ojos se le salían de las órbitas, le había gritado con enfado al texto, y había manipulado las páginas con tal furor que, ahora cerrado, el libro aparecía combado por muchos lugares y rasgado por otros, como una grotesca escultura.

¡Cómo era posible! Ella no se merecía aquello. Se sentía desnuda, ultrajada, sentía que sus cicatrices estaban expuestas, retorcidas y dolorosas, para que todos pudieran pasar los dedos por ellas. Muchas de las cosas allí escritas no eran exactamente así, de hecho, eran todo lo contrario. Muchas otras jamás las hubiese dicho en público, y las más terroríficas ni siquiera se las decía a sí misma en las noches más solitarias.
Se inclinó hacia delante y apoyó los codos en la mesa. Juntó las manos y enterró el rostro en las palmas, con un leve sollozo.


Su propia sonrisa demente la sorprendió con la guardia baja.

O quizá sí. Quizá aquellas cosas habían sido exactamente así. Quizá alguien al final había logrado entrar en su hermética piel, curtida en batallas y rasgada en tragedias. 'Eres tú', le había escrito Marsias. Descubrió el rostro y clavó sus incógnitos ojos azules en el libro.

Con un impulso se levantó, tomando el libro en una mano y el candil en la otra. Estaba comenzando a amanecer, aunque ni siquiera había advertido cuándo se hizo de noche. Paseó frente a hileras de estanterías repletas de manuales, cuadernos, utensilios y polvo. Alzó la luz hacia los estantes superiores, buscando. Apartó un par de trastos, movió unos tarros de ingredientes, sacudió un antiguo sombrero, sopló en unas ajadas gafas de vuelo. Pero nada parecía convencerla.


Se detuvo junto al espejo, un espejo de cuerpo entero que usaba para ajustarse los dispositivos mecánicos al cuerpo y tomar medidas para sus prototipos. El rostro pálido, a la luz del candil, pareció arrobarse en espirales. Se observó un momento, sosteniendo aquel libro en las manos y, por primera vez en mucho tiempo, se estiró con orgullo, irguiéndose en toda su modesta altura, aferrando el libro junto al pecho, y se observó con altivez.

Justo ahí, justo en la balda intermedia frente al espejo, encontró el sitio perfecto. Una de sus primeras arañas mecánicas reposaba en el estante, vieja pero aún funcional. Le susurró unas palabras y ella irguió las patas traseras, en una suerte de equilibrio. Puso el libro de pie allí, apoyado en aquellas extremidades, y le pareció perfecto.

Volvió a la mesa y garabateó unas palabras en un pedazo de pergamino. Con el trazo final la tinta se elevó, flotando torpemente, a través del aire cargado de la habitación. Se sentó de nuevo en el sillón, entrelazando los dedos, mientras observaba aquellas letras posarse en la cubierta, allí donde antes hubiera otro nombre. Esbozó una nueva sonrisa, esta vez de triunfo, mientras el sueño hacía presa de ella con sus garras implacables. '¿Cómo continuará?' se preguntó, cerrando los ojos 'Eso sólo yo puedo decirlo. Pero es un secreto'.

'La corte de los espejos', de Nicasia Recorretúneles, recibió el primer rayo de luz de la mañana.

Summer's gone

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Milenios de nuevo. Hace mucho que no paso por aquí. Podría decir esas cosas de que no tengo tiempo, de que no tengo temas, pero no es verdad. Tengo muchos temas para el blog, pero no arranco a escribir. Y el tiempo que tengo he decidido invertirlo en otras cosas. 

Últimamente he dedicado la mayor parte de mi tiempo libre a la STE. Con el reflote de la página web y el buen rumbo que están tomando las cosas (recuperando socios, aprendiendo nuevas maneras de difundir, consiguiendo cientos de followers y miembros en los grupos de redes sociales...) merece mucho la pena ponerle horas y creatividad. Tenemos a las puertas la celebración de la Mereth Aderthad (fiesta de la reunión, nuestro evento más importante) y también se multiplican los deberes. La verdad es que me dan un poco de penusca las personas que no llegaron a disfrutar de esta parte de la asociación, porque son celebraciones realmente únicas.

El verano ha estado extremadamente ocupado. En el trabajo no paramos ni aun ahora (¿Que si prevemos overbooking en octubre? Sí, amigos) y además ha habido algunos cambios de personal. El cocinero se fue a costas más gratas, y echaré de menos su conversación, su hojaldre de pescado y sus hamburguesas caseras. Me quedo con lo bueno: desde el caballero inglés que me llamaba 'little lady' al ex-clown que me regaló un libro, pasando por el profesor de universidad con el que mantuve tan fructíferas conversaciones sobre el galés.
Además, aunque el smial se haya dado un pequeño descanso no hemos estado ociosos, y nuestras sesiones de rol en sábado han sido pocas pero de calidad. Una vez llegamos a presenciar tres muertes de nuestros equipos completos, el master casi nos expulsa del betatesteo.

Conciertos (Celtas Cortos, Musica Nostra), veladas, cenas con amigos, visitas de gente muy querida, ¡incluso una super boda!, la verdad es que no me puedo quejar en ese aspecto. Bueno, sí: mucho trabajo y poco tiempo para mí. Agotamiento después de siete meses seguidos de trabajo sin vacaciones, y librando un día a la semana. Las dos recepcionistas tenemos que sacar fuerzas de flaqueza para seguir al quite al nivel que se nos requiere.


Según veo en las fotos que se publican, Segovia está preciosa ya, en dorados y marrones. Aquí las hojas no cambian, al ser la fronda mayormente de pinos y olivos. Tampoco huele a otoño, aunque supongo que eso sucederá cuando vengan las lluvias de verdad. Cuando termine la temporada, quiero caminar por las mil y una excursiones que hay en la Serra, muy frecuentadas por nuestros huéspedes pero que en otoño e invierno están menos transitadas. Seguro que se pueden sacar unas fotos más que interesantes de los parajes de la Tramuntana.

Ha pasado un mes desde la muerte de mi suegra y aún estamos algo aturdidos. Cuando una persona muere por enfermedad, o por edad avanzada, más o menos estás informado y asesorado sobre lo que hay que hacer. Pero cuando sucede como nos ha ocurrido a nosotros, te encuentras desamparado. Sentimental y legalmente. Para personas extrañas al curso judicial, todo nos parece que se desarrolla demasiado lentamente, y aún nos hacemos miles de preguntas sobre cómo, cuándo y dónde.
Los amigos han sido una importante fuente de consuelo y consejo a este respecto. Amigos de los que dicen 'para lo que necesites' y es cierto. Estamos contentos de poder decir bien alto que, de esos, tenemos un buen montón. Desde España hasta Rusia, todos nos han arropado con calidez y sabiduría. Es una delicia poderse sentir seguro hablando de tus cosas con tu gente, confiando en que responderán y viendo cómo lo hacen, en lugar de meterte en un agujero a rumiar tu infelicidad y mesarte las trenzas.

¿Y para el otoño? Proyectos, muchos. Desde terminar cosas a medias, hasta plantearnos viajar (más de una vez)... quizá hacer planes para Hungría, o para Suiza, o para donde el viento nos lleve. Mucho trabajo por delante y, cuando nos demos cuenta, estaremos ya en el final del año. Me estresa pensar en el estreno de 'El hobbit', ¡tanto por hacer!.

Pero, al fin y al cabo, con unos frutos tan hermosos, parece que no pesa el fardo y se lleva con alegría. Espero que todos los que en algún momento abandonaron el barco encuentren la estrella de Tim y regresen a casa.

Como cada año...

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... y ya van veinte. Este es especial, al ser tan redondo. Al haberse visto hace poco tu rostro en las pantallas polvorientas de un cine que te miraba con recelo, con algo de desconfianza, con ojos gratuítos y con bocas torcidas. Guiñabas los ojos desde el allá, fraccionado, abortado, reprimido, inacabado. Pero tú, al fin y al cabo y, con esa sombra, los corazones daban un salto.
 
 
Saldrás de nuevo en los papeles. Malogrado, adicto, mentiroso, fraude, sobrevalorado. Ya se hace, ya lo he visto. A los quince, a los diez, volverá a estos veinte. Lo que olvidan es la Verdad en cada plano, la Verdad en cada frase, la Verdad en cada gesto. Esa Verdad que pocos nos han dejado ver desde entonces.
 
Mientras tanto, respiramos. Algunos incluso a veces pensamos que estamos vivos. Aunque nuestra carne no lata cuando ponemos sellos en los papeles, tapones en los frascos, líneas en los planos, letras en la pantalla.
 
Pues es Vida, y Verdad, lo que aún nos ofreces. Lo que aún me ofreces. Lo que busco a veces recurriendo de nuevo a las ajadas imágenes y los caducos colores. Es Arte. Es Luz. Es Alma.
 
Te recuerdo de nuevo hoy, como hice cada vez, como haré cada año.
 
Duerme, niño, que el aleteo de las pestañas de los que lloran en silencio no perturbe tu sueño.
 
 

Y ya te has ido

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Y ya te has ido, ya no queda nada.
No hay tumba para el cuerpo tan pequeño
no hay flores de sepulcros diminutos
no hay sones de lo fúnebre esperando.

No hay óbitos que canten lo que eras
ni esquelas que revelen tu misterio
ni recitados de solemne grave
ni lápidas que lloren en otoño.

Te vas, pequeña y sola, y el silencio
se arrastra hasta pegarse en los resquicios
lo oscuro se acurruca en tus rincones
lo horrible baila jigas con lo feo.

Te vas, y son mis manos pergamino
y son mis ojos presa de la arena
Te vas, mientras se enfría poco a poco
la diminuta huella de tu cuerpo.

Y ya te has ido, ya no queda nada.
Sólo quedan mis ayes y mi insomnio
tan sólo quedan ya los ecos tuyos
que poco a poco ha de comerse el tiempo.

Y ya te has ido, ya no queda nada.

Hinges

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Comienza el 2014 y, como bien dice mi amiga Marta, concibo estas fechas como una bisagra. Hay tres grandes fechas para mí en el año, y el 1 de enero es uno de ellos. Lo concibo como un día con una carga simbólica muy fuerte. Para cosas como esta, practico sin rubor la iconodulía no religiosa.

Este fin de año lo pasamos, por primera vez, en un hotel con la familia. Navidad nueva, vida nueva. Empujones, buffet libre, marus en vestidos estrechos, pachanga... y, sin embargo, tal y como nos ha ido el último año, es la mejor Nochevieja que podíamos tener. Nos olvidamos de todo en su medida correcta e incluso pude 'bailar' un pasodoble con mi suegro (él, con las muletas, más salao que el bacalao).

El hurón de mi suegro, un cachorro adorable


Por lo demás, no suelo hacer propósitos de año nuevo. Si alguna vez los he hecho, ha sido sobre el papel y nunca en serio. En este blog voy a hacer uno, y la experiencia dirá si se lo lleva el viento: actualizar más el blog. Hace tiempo las publicaciones eran muy frecuentes, pero todo se ha ido parando hasta convertirse en casi nada. Y eso que ahora tengo grandes fuentes para mis artículos temáticos: he estado estudiando profusamente la hagiografía, conozco varias páginas de rarezas, soy seguidora de sites de curiosidades y además genero la mayoría de material para otra web.

Quizá sea eso lo que más me ha alejado de mi propia página, el generar contenidos periódicos para la otra web. Diariamente hago trabajo de control y desarrollo en redes sociales, paso mucho tiempo en el ordenador o con el móvil, y aprendo y genero a un ritmo muy frecuente. Cuando estoy en el trabajo dispongo, naturalmente, de menos tiempo. Aparte de esto, mi tiempo libre durante esos ocho meses está bastante cubierto entre los amigos, el smial, el cine, las manualidades y el trabajo en internet. Todo ello, por supuesto, acompañada de mi partenaire.

He dejado algunas cosas de lado que también me gustaría recuperar. Por ejemplo, mis muñecas. Algunas están esperando una puesta a punto, otras están destensadas cual gelatina, y las más están guardadas esperando a que las trastee.

Otros tipos de muñecas han comenzado a ocupar mis estanterías: compro Monster High a ritmo del gusto, y ya tengo ocho. Me fascina el diseño de Operetta y la tengo en dos ediciones (básica y Picture Day). Creo que las Picture Day son de las más bonitas, de esa colección también tengo a Spectra Vondergeist. Como un guiño cinematográfico, mi novio me regaló la Draculaura y la Frankie Ghouls Rule, que incluyen detalles clásicos de los personajes que las inspiran.


Frankie hairhopper, a lo "Bride of Frankenstein"
Mi favorita es Ghoulia, pero es muy difícil conseguir casi cualquiera de sus ediciones. Tengo el Skull Shores, pero me encantaría tener el modelo del laboratorio. Después, y para acompañar a los superhéroes de mi chico, tenemos junto a la vitrina a Clawdeen en su modelo Wonder Wolf, que queda fetén con su look Wonder Woman.
Aparte de estas, también mi chico me regaló la Jinafire, que tengo aún sin abrir...
Y, de la misma franquicia, me encantaron algunas Ever After High, en concreto dos. Raven Queen, regalada por unos amigos en mi cumple, y Madeline Hatter, que me compré hace poco. Los diseños son fantásticos.


La hija del Sombrerero Loco y sus diseños de tazas y teteras.

Hablando de colecciones, mis Tolkienalia me tienen bastante contenta. A pesar de que el estreno de las pelis de Peter Jackson ha subido el precio de los libros hasta un nivel insultante, aún se pueden encontrar piezas a un precio razonable. Conseguí los cuatro Moleskine que, hasta el momento, se han sacado sobre 'El hobbit' y, a pesar de que compré la edición coleccionista del ilustrado 75 aniversario (por Jemima Caitlin), la edición normal me hace guiñitos cada vez que lo veo en un escaparate o lo encuentro online.


Barbie Galadriel is a modern treasure

Fue una gozada poder exponer mi modesta colección de idiomas en la exposición que hicimos en Ocimax. Hubo algunos momentos cuando menos esperpénticos con el tema de la 'existencia' de los idiomas, pero en general la gente se mostró muy interesada.


Este año que empieza espero que caigan varias ediciones más (nynorsk, bokmål, la otra traducción hebrea, islandés...) con un poco de suerte.



Larga vida al blog... y larga actividad, o eso espero.

When you Wish Upon a Star...

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Trabajar en turismo es duro. Es cansado, es laborioso y, además, es raro. Raro de narices.

Una de las cosas raras de trabajar en turismo es que, normalmente, dejas de tener fines de semana. Dejas de tener festivos, de disfrutar de puentes. A veces libras dos días a la semana, pero esos días son, por ejemplo, un lunes y un miércoles. O trabajas diez días seguidos y luego libras dos, o tres días. O libras uno solo, durante ocho meses, teniendo que trabajar por la mañana al día siguiente.

Dejas de ir al cine. Dejas de cenar con amigos. No te puedes apuntar a excursiones, no puedes ir a bodas. No puedes dormir fuera de casa. Tienes vacaciones en... noviembre.

La ventaja de tener vacaciones en temporada baja, diréis, es que todo es más baratuno. PARA NADA. Sigue siendo igual de caro, lo mires por donde lo mires, porque normalmente en verano, si reservas con tiempo, sale barato también. Ah, pero hay menos gente, diréis. Sí, menos gente, pero también menos horas de luz. Frío, lluvias, monumentos y atracciones cerrados, escasez de eventos festivos, poca luz para las fotos, naturaleza embarrada... ah, sí, una gran ventaja.

Hay que apañarse con lo que se tiene, sin duda. Y este año decidimos viajar en enero, ya que mi chico aún tenía días de vacaciones por gastar. Normalmente se guarda el máximo que pueda para poder disfrutarlas conmigo.
Teníamos claro desde el principio que este año haríamos un Viaje. Un Viaje para olvidarnos de todo, así, en mayúsculas. Han sido varias las opciones que hemos barajado y somos conscientes que, de un tiempo a esta parte, tenemos el magicómetro a cero. Así que vamos de viaje a cargarnos de magia, de comodidad, de diversión y de despreocupación. Ya habrá tiempo para triscar por ciudades monumentales o caminar por la campiña, habrá tiempo para respirar anonadados en museos y pisar el suelo de las catedrales. Este año no.

Este año nos vamos a buscar polvo de hadas.

Chateau de la belle au bois dormant, foto de Marion Jaffré

Sí, nos vamos a Disneyland. A gastar suela por los estudios, a patearnos Main Street, a ver la rueca de La bella durmiente (e intentar no despertar a Maléfica, que dormita en forma de dragón en las cavernas bajo el castillo). A congelarnos de frío esperando el espectáculo nocturno, y a marearnos en las tazas de té del Sombrerero Loco.
A hacernos todas las fotos que podamos con los personajes, a gritarle '¡Que viene Woody!' a los personajes de Toy Story para que se arrojen al suelo. A amenazar con zurrarle a Jack Sparrow, y buscar en el carrusel el caballito de Mary Poppins. A perdernos en el laberinto de Alicia e intentar salir con la cabeza sobre los hombros. A buscar todos los hidden Mickeys posibles (aunque como planeamos cenar en el Mickey Café, lo mismo salimos empachados de ratones orejones).


Fuente de la imagen
A cumplir un sueño de infancia (mi sueño de magia de adulta es ir a Efteling, como ya sabréis). Llevo ya un montón de foros visitados, páginas oficiales consultadas, horarios controlados, preferencias apuntadas... Guillem quiere arrastrarme a las montañas rusas (¡ja!) y yo quiero llevarlo a la casa encantada (lo conseguiré, seguro). Hay algunas atracciones cerradas, pero nada grave, exceptuando quizá 'Le pays des Contes de Fées', que me hacía mucha ilusión y no funcionará. Con suerte nos podremos subir al Mark Twain, que parece que aun siendo de agua no lo han anulado. Y aun teniendo un horario de llegada y salida bastante raruno e inadecuado, parece que el mismo día de la llegada podremos disfrutar del Disney Dreams, el espectáculo nocturno actual del castillo.

Según los foros, nuestro hotel tiene internet wifi gratis (ignoro si en el parque hay) así que espero poder escribir pequeñas crónicas desde allí con Ender, mi notebook. Lo que sí tengo claro es que no me bastará la memoria de la cámara, así que creo que me tocará llevar a Ender encima además de la cámara y el trípode, ¡yupi!

Bueno, ya os iré contando.

¡Por fin Harper Collins saca el facsímil!

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Anuncia la web Tolkien Library que la editorial HarperCollins ha decidido (después de anunciarlo durante años) sacar, al fin, a la venta una edición facsímil de la primera edición de 'El hobbit'.

Esta edición nos dará por primera vez la oportunidad de leer el texto que originalmente se editó como 'El hobbit', sin los cambios posteriores que Tolkien hizo (especialmente en el capítulo quinto) para adecuarlo a la novela posterior 'El señor de los anillos'. La primera edición de 'El hobbit' salió a la venta un 21 de septiembre de 1937, con una primera tirada de 1500 ejemplares. Fue tan popular que disfrutó de una segunda impresión en tan solo tres meses.

Según la editorial, podemos esperar de este facsímil "Un set especial que contiene una réplica de la muy infrecuente primera edición de 'The Hobbit', junto con un libro que habla de la historia de la publicación de la novela y un CD con grabaciones de archivo nunca editadas de J.R.R. Tolkien leyendo fragmentos de su libro".
Estas grabaciones, de más de media hora de duración, junto con el facsímil de la primera edición y el libro orientativo (escrito por John Rateliff, co-autor de 'History of The Hobbit') conforman un set que los lectores y estudiosos de Tolkien sabrán apreciar en su propia medida. Todo el pack vendrá presentado dentro de un cofre.

Por el momento, HarperCollins editará este libro en inglés. No sabemos si será editado más adelante en castellano. El precio, por el momento, está marcado en 33,85$ y se puede reservar en preventa electrónica. Suponemos que el libro saldrá con el mismo aspecto que el original, y sí sabemos que incluirá las ilustraciones de Tolkien en blanco y negro.

La fecha de salida a venta es el 11 de septiembre de 2014. Ya lo habían anunciado para venta en 2012 y 2013 (me vi obligada a anular el pedido el año pasado, al ver que era una fecha ficticia, aunque en la librería me dejaron comprarlo), esperemos que este año sea ya el definitivo.

Aparte de otras modificaciones menores que sufrió esta primera edición, la parte más innovadora que nos vamos a encontrar en este libro es la enjundia de 'Acertijos en las tinieblas'. Cuando Tolkien escribió 'El hobbit', el anillo que Bilbo encuentra en la cueva de los goblins no es el Anillo Único de poder... sino un anillo que te hace invisible, sin más efectos, corrupciones ni modificaciones. De hecho, aún hay ciertas incongruencias entre 'El hobbit' y 'El señor de los anillos' que algunos expertos han analizado, hasta el punto de escribir ciertos (tramposos, no lo vamos a negar) artículos aseverando que 'El hobbit' no está ambientado en la Tierra Media. Por ejemplo, se nota la diferencia entre un anillo que simplemente te hace invisible frente a un anillo que te sumerge en un mundo espectral, o ese Bilbo que arroja sombra aun invisible, frente a un Frodo que no la arroja.
Con esto en mente, Gollum no es un 'adicto' al anillo en la primera edición, sino que reconoce su derrota en el juego de los acertijos y enseña el final a Bilbo, sin volverse loco por el tessssssoro...
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